Una fuente casi enciclopédica, cual libro sagrado o manual de instrucciones, para conocer las bases y pormenores de aquello desde ahora conocido como "paubalismo" y que a su vez engloba otros términos populares, archiconocidos y de dominio público como "paubalafilmfestivalismo" u otros que tengan, como requisito fundamental, a mi persona como referente estético, conceptual o etimológico.

29.5.08

De Indiana Jones, las lentejas y los conciertos de Yo La Tengo

O una reflexión acerca de las mierdas que duran demasiado y otras frases célebres.

Puede ser un mito iconográfico de nuestra infancia y generación, si, pero admitámoslo de una vez: Indiana Jones no vale una mierda. Y estar en un cine LLENO de spielbergianos de corazón con sombreros de explorador es algo que se sufre en silencio, como las hemorroides.

Fui al estreno medio obligado, por presión indiscriminada de aquellos que me acompañaron al cine Urgell, y mi opinión sobre tal burda saga no hizo más que empeorar al salir. La peli se puede resumir en una retahíla incesante de referencias facilonas y pseudohumorísticas a los anteriores episodios, mucho efectismo especial con menos sentido incluso que en cualquiera de las otras (cómo se nota la mano de Lucas y Skywalker Sound...) y una trama sostenida tan sólo por unos personajes ya viejunos cuya única gracia es, precisamente, el espectáculo circense que supone un arqueólogo de 60 años con un látigo que usa sólo un par de veces a causa del lumbago del que adolece. Eso por no hablar del final que, evidentemente, no voy a desvelar. Pero, ¿a qué mente enferme puede ocurrírsele semejante barbaridad? ¿Y a qué clase de monstruo director de cásting puede pasársele por la cabeza contratar a Cate Blanchett para hacer de soviético-hipnótico-vidente con una espada? En fin, a recaudar.

En otro orden de cosas, debo anunciar que las lentejas que planté hace unos cinco días al más puro estilo P4 (con algodón y todo), por eso de tener un ramalazo pretéritamente pretérito, que diría un conocido mío, y por el hecho de darle un poco de vida a esta mi habitación, ya llegan a casi los dos palmos de altura. Impresionante. Podría dedicar entradas durante meses en este blog acerca del milagro de la vida y otras memeces, pero llevo una temporada en las antípodas de cualquier cosa mínimamente hippie, así que no esperéis nada semejante. Y no comáis carne, es de asesinos crueles e inhumanos.

Llevo tres semanas intentando, sin mucho éxito ni ánimo tampoco, comprar entrada para el concierto de Yo La Tengo. Así que, almas de Dios, solucionad el hambre en el mundo y compradme una entrada.

19.5.08

De los packages, los PDFs y la indexación de páginas

O de cómo sobrevivir al absurdo mundo de la maquetación digital

¿No son acaso las nuevas herramientas de maquetación computerizada un medio creado para facilitar tal árdua y tediosa tarea? ¿No deberían, si se me permite pensar de tal modo, hacer su función de forma más sencilla que el método analógico o manual? ¿No fue el PDF creado precisamente para eso, para sublevar las fuerzas (siempre antagónicas) del documento original con su homónimo impreso?

Si la respuesta a tales místicas y universales preguntas es sí, tal y como yo me aventuro a afirmar, entonces ¿porqué coño llevo 4 horas intentando cuadrar números de página, formatos de impresión e intentando reparar fuentes en perfecto estado que ahora, sin motivo terrenal aparente, se rebelan a su merced?

Tan sólo me atrevo a afirmar y constatar que da absolutamente igual cuanto hagas o intentes, Microsoft Word está muy por encima de cualquier ambición humana y no parece inmutarse ante leyes físicas, universales y/o cósmicas. No es de este mundo ni esta hecho para serlo. Solamente queda discutir ante una indeferente pantalla.


17.5.08

Del paubalismo, Pau, el aburrimiento y los blogs

O de cómo tratar de sobrevivir a este mundo ultramoderno en medio de la campiña llobregatense.

Pues sí, cuando parecía que cualquier intento de un servidor de tirar adelante un blog en condiciones estaba condenado al más absoluto y humillante fracaso, una nueva ola de emociones/sensaciones de sobra conocidas inunda otra vez los mas hondos pliegues de mi ser. El más vil e hipnótico aburrimiento, en acuerdo y contrato tácitos con las más absolutas e irreverentes ganas de no hacer nada de provecho, parecen haberse conjurado en mi contra. Creciendo como un cáncer al más puro estilo Coixet e insuflando de nuevo vida a ésa pulsión encargada de encontrar nuevos y maravillosos medios para perder el tiempo, uno debe encontrar fármacos ocio-culturales para paliar tal desasosiego espiritual que crece en mi alma o, en su defecto, un blog.

Y aquí estoy, escribiendo las más absolutas gilipolleces en este trozo de lienzo digital (otra gilipollez más) cuando podría estar dando algún tipo de sentido a mi vida o, en otras palabras, montando un corto.